Prepárate ahora para acercarte con el confesor cuando corresponda tu turno...
Pide a la Virgen María que te acompañe para tener un encuentro alegre y confiado con la misericordia de Dios.
Haz en tu mente el siguiente Acto de contrición:
Dios mío, me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido, porque eres infinitamente bueno, dame tu santa gracia, para no ofenderte más.
Amén.
Una vez que te hayas confesado, da gracias a Dios y disponte para cumplir tu penitencia:
"Padre, te agradezco por tu misericordia y por el perdón que he recibido. Ayúdame a vivir de acuerdo a tu voluntad y a crecer en santidad."